sábado, 18 de mayo de 2024
SAN VENANCIO de CAMERINO, mártir. (Siglo III) — 18 de mayo.
jueves, 16 de mayo de 2024
SAN JUAN NAPOMUCENO, sacerdote y mártir. (+ 1387) — 16 de mayo.
NOTA de Fátima CorMariæ : COMO USTEDES SABRAN EN LA ACTUALIDAD ESTUVO MUCHISIMAS VECES EN PELIGRO “EL SIGILO SACRAMENTAL” (Información que un sacerdote conoce por haberle sido dicha en confesión y que tiene la estricta obligación de no comunicar a nadie). ES POR ELLO QUE ME GUSTARIA QUE CONOCIERAN LA HISTORIA DE ESTE SANTO, Y LO QUE ÉL HIZO FRENTE A ESTA SITUACIÓN.
¡¡¡OJALÁ LLEGADO EL
MOMENTO, MUCHOS DE NUESTROS SACERDOTES TENGAN EL VALOR DE IMITARLO!!!
San Juan Nepomuceno tomó segundo nombre de Nepomuk, lugar de
Bohemia, donde nació.
Hechos sus
estudios en la universidad de Praga, y conservándose puro e inocente, mereció
ser promovido al sacerdocio.
Predicaba la
palabra de Dios sin vanos adornos de elocuencia humana, pero con tal gracia del
cielo, que corrían a oírle innumerables gentes y hasta el mismo rey Venceslao
era uno de sus oyentes continuos.
Habiéndole nombrado el monarca para uno de los principales obispados de
Bohemia, nunca quiso admitir ninguno; mas no pudo eximirse del cargo de
confesor de la reina, y este cargo le ocasionó muchos trabajos y el martirio.
Porque siguiendo Venceslao sus depravadas
inclinaciones, llegó al frenesí de dejar poseer su corazón de la pasión de
celos contra su esposa; y con lisonjas, promesas y amenazas deseaba saber los
secretos de su corazón que había oído su confesor en el sacramento de la
penitencia.
Se
horrorizó el santo al oír demanda tan sacrílega, y con una libertad y espíritu
apostólico, reprendió el exceso al engañado príncipe; el cual no sabiendo qué
replicar, disimuló por entonces el resentimiento.
Mas habiendo llamado al
santo confesor, le entregó a algunos soldados de su guardia para que en las
interiores piezas de palacio le atormentasen y apaleasen cruelmente.
No estaba bien
curado de sus heridas, cuando el bárbaro rey volvió a intimarle la misma
demanda, y como el santo respondiese que antes sacrificaría mil vidas que
hablar una palabra en materia de confesión, enfurecido Venceslao mandó que
atado de pies y manos el santo confesor fuese echado al río Moldava, como en
efecto fue ejecutado con todo secreto en la oscuridad de la noche.
Pero el Señor hizo patente a todos la gloria de su
siervo: porque muchas noches se vieron antorchas encendidas en cierto lugar del
río, y allí hallaron el cadáver del santo mártir, el cual los canónigos de la
catedral sepultaron con la mayor pompa en su iglesia, no temiendo la ira del
mal aconsejado príncipe.
El Señor se dignó ilustrar a su invencible mártir con
muchos milagros: y uno de ellos, muy extraordinario y notorio en toda la
cristiandad, fue la incorrupción
de su lengua, pues
habiendo estado sepultado debajo de la tierra el cadáver del santo por espacio
de trescientos años, cuando se reconoció jurídicamente, fue hallada la lengua
incorrupta y como si fuera viva; y presentada seis años más tarde a los jueces delegados
de la Silla apostólica, de repente con un nuevo prodigio se entumeció y mudó el
color que tenía algo oscuro, en un color rojo y natural.
Reflexión: ¿Quién no ve que este grandísimo milagro hizo Dios para
glorificar aquella santa lengua fidelísima en guardar el sigilo sacramental?
¿Y quién no echa de ver también que este
mismo prodigio soberano es uno de los argumentos divinos que autorizan el
sacramento de la confesión?
Divino es este
sacramento, e instituido por Jesucristo Señor nuestro por aquellas palabras del
Evangelio con las cuales dio a sus discípulos la facultad de perdonar los
pecados a los penitentes sinceros, y de retenerlos a los indispuestos.
Quiere, pues, que el pecador se humille para
ser perdonado; y aunque este sacramento sea el blanco de las iras de los
incrédulos y malos cristianos, Dios ha mandado a los hombres la humilde
confesión de sus culpas, y no hay más remedio: o
confesión o condenación.
Oración: Oh Dios, que por el invencible silencio sacramental
del bienaventurado Juan Nepomuceno adornaste tu iglesia con una nueva corona
del martirio; concédenos, por su intercesión y ejemplo, que
moderemos nuestra lengua y suframos todos los males de este mundo antes, que el
detrimento de nuestras almas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
martes, 7 de mayo de 2024
SAN ESTANISLAO, obispo y mártir. (+ 1079) — 7 de mayo.
El maravilloso
obispo y glorioso mártir san Estanislao, nació de noble familia en la ciudad de
Cracovia, cabeza del reino de Polonia, y como fuese de grande habilidad e
ingenio para todo género de letras, llegó a la dignidad de canónigo y después a
la de obispo de Cracovia, cuya mitra sólo aceptó por no resistir a la voluntad
divina.
Era en aquella sazón
rey de Polonia, Boléslao, el cual, habiéndose estragado y dado a todo género dé
vicios, se convirtió en una bestia, no sólo carnal, sino también fiera y cruel
y derramadora de sangre humana.
Le parecía a san
Estanislao que tenía obligación de avisarle, lo cual hizo con humildad y gran
modestia; mas con la amonestación salió fuera de sí el rey y determinó
perderle.
Había comprado el santo obispo para su
iglesia cierta heredad de un hombre rico llamado Pedro, el cual hacía tres años
que era ya muerto, y los herederos del difunto, por dar gusto al rey, pusieron
pleito al obispo diciendo que aquella heredad era de ellos.
Se vio el negocio delante del rey, y como al
obispo le faltasen los documentos necesarios para probar la compra, fue
condenado y obligado a restituir la heredad.
Entonces pidió tres
días de tiempo, en los cuales ayunó, veló y oró con gran fervor.
Se fue después a la sepultura
donde Pedro estaba enterrado, e hizo quitar la losa que estaba encima y cavar
la tierra, y descubrir el cuerpo; y tocándole con el báculo pastoral le mandó
que se levantase.
Al punto obedeció el muerto, y siguió al
santo hasta el tribunal, donde estaba el rey, y allí atestiguó que el santo
obispo le había pagado enteramente el precio de la heredad.
Quedaron atónitos y
helados, así el rey como los adversarios del obispo, el cual acompañó de nuevo
al resucitado a la sepultura.
Y como a pesar de todo, se revolcaba el rey
en el cieno de sus torpezas y se relamía en la sangre inocente de sus vasallos,
le excomulgó el santo obispo, y el tirano envió sus ministros a la iglesia para
matarle; mas espantados con una súbita y excesiva luz del cielo, cayeron en
tierra.
Y lo mismo sucedió la segunda y tercera vez a otros sayones que mandó el rey; el cual, finalmente, por sus propias manos se hizo verdugo, dando con la espada un golpe tan terrible en la cabeza del santo obispo, que los sesos se esparcieron por el suelo.
Así murió el santo obispo
de Cracovia. El cruelísimo rey aborrecido de todos, huyó a Hungría, donde al
poco tiempo yendo a caza cayó del caballo, murió desastrosamente y fué, comido
por los perros.
*
Reflexión: ¿A quién no convirtiera un milagro tan
ilustre y tan evidente como el que hizo el santo a los ojos de Boléslao? ¿Qué
pecho tan duro y empedernido podía haber que no se ablandase y enmendase viendo
un hombre resucitado?
Mas estaba el corazón del
rey tan abrasado con sus vicios y tan encenagado en sus deshonestidades, que
todo esto no basta para reducirle y rendirle a Dios.
El Señor te libre, de
estas malas pasiones; mortifícalas con sumo cuidado, porque tiranizan al hombre
y le pierden en esta vida y en la otra.
Dice san Ligono: «Todos los adultos que se condenan, caen en el infierno con
estos vicios o por estos vicios.»-
El remedio más eficaz para vencer a este
enemigo mortal de infinitas almas ya sabes cuál es: huir de las ocasiones y rechazar con gran valor y fortaleza las
tentaciones.
En este género de
combate el vencedor es el que huye, y aquel triunfa siempre que sabe huir de la
batalla.
Oración: Oh Dios, por
cuya honra murió el glorioso pontífice Estanislao al filo de la espada de los
impíos, te rogamos nos concedas que todos los que
imploran su amparo, consigan el saludable efecto de su petición. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
FLOS
SANCTORVM
DE
LA FAMILIA CRISTIANA.
miércoles, 1 de mayo de 2024
SAN FELIPE Y SANTIAGO el MENOR, apóstoles y mártires. (+ 54 y 62) — 1- de mayo.
El glorioso apóstol de Cristo san Felipe fué natural de Bethsaida,
donde nacieron asimismo san Andrés y san Pedro.
APÓSTOL SAN FELIPE |
Luego que san Felipe
conoció a Cristo, comenzó a hacer oficio de apóstol, que es traer a otros al
conocimiento y amor de Dios; y así trajo a Natanael a Cristo, de quien dijo el
Señor que era verdadero israelita y hombre sin doblez ni engaño.
Antes de hacer nuestro Señor el gran milagro
de la multiplicación de los panes en el desierto, preguntó a Felipe de dónde
comprarían pan para sustentar a aquella gran muchedumbre de pueblo, para darnos
a entender con su respuesta la falta de pan que había, y la grandeza del
milagro del Señor.
Después de la resurrección de Lázaro algunos
gentiles vinieron a ver a Jesucristo, y tomaron por medio a san Felipe,
declarándole su deseo, y Felipe y Andrés lo dijeron al Señor, el cual hizo
gracias al Padre Eterno porque ya los gentiles comenzaban a conocerles.
En aquel soberano sermón
que el mismo Señor hizo a los apóstoles después de la sagrada cena, le dijo san
Felipe: «Señor, mostradnos al Padre»; y de estas palabras tomó ocasión el Señor para revelarnos altísimos
misterios de su divina naturaleza.
Después de la venida del Espíritu Santo, cupo a san Felipe la provincia del Asia superior, en la cual predicó el santo Evangelio; de allí pasó a la Escitia y últimamente a la ciudad de Hierapolis, donde los gentiles adoraban por dios una víbora, y donde echaron mano al santo apóstol, y después de haberle azotado ásperamente, le crucificaron y mataron a pedradas.
Celebramos hoy también la
memoria del apóstol Santiago el Menor, que nació en Cana de Galilea, el cual es
llamado hermano del Señor, conforme a la costumbre de los hebreos que llamaban
hermanos a los que eran primos, y por haber sido llamado al apostolado después
de Santiago hermano de san Juan, se llama Santiago el Menor.
Era apellidado también
con el nombre de Justo, porque su vida era un retrato del cielo, y en las
facciones del rostro se parecía a Cristo, y así muchos cristianos venían a
Jerusalén a ver a Santiago.
Nunca comió carne ni bebió vino, y de estar
de rodillas, las tenía duras como de camello; jamás consintió que se le cortase
el cabello, ni quiso bañarse ni ser ungido con óleo.
Era tan grande la
opinión que tenían los judíos de su santidad, que a él solo le dejaban entrar
en el sancta sanctorum (Santo de los
santos).
Le nombró san Pedro obispo de Jerusalén y en
el primer concilio que allí se celebró dijo su parecer después de san Pedro.
Finalmente,
después de haber gobernado la Iglesia de Jerusalén por espacio de treinta años,
por haber predicado a Jesucristo en el Templo, los fariseos, bramando como
leones, tomaron piedras contra él, y le arrojaron del lugar eminente en que
predicaba: y mientras levantaba las manos al cielo rogando por sus enemigos,
uno de ellos le dio con una pértiga en la cabeza, esparciéndole los sesos por
el suelo.
Reflexión: Esta
fué la recompensa que llevaron los santos apóstoles de Jesucristo: padecer y morir por el Señor.
¿No vale más esto que todos los demás bienes
del mundo?
Y por eso nos enseña el
mismo Santiago en su epístola canónica, el gran bien que se encierra en las
adversidades y tribulaciones cuando se llevan con paciencia, y nos exhorta a
gozarnos en gran manera, cuando somos tentados y probados con muchas y varias
aflicciones del Señor.
Lo que nos cuesta es lo que vale, y lo que
vale es lo que se premia con eterna gloria.
Oración: Oh Dios, que
cada año nos alegras con la solemne festividad de tus apóstoles Felipe y
Santiago, concédenos tu gracia para imitar los
ejemplos de aquéllos, de cuyos merecimientos nos regocijamos. Por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.
FLOS
SANCTORVM
DE
LA FAMILIA CRISTIANA.