sábado, 18 de mayo de 2024

SAN VENANCIO de CAMERINO, mártir. (Siglo III) — 18 de mayo.

 





   Siendo Decio emperador y Antíoco presidente de la ciudad de Camerino en el ducado de Espoleto, fué acusado porque era cristiano, Venancio, mancebo de quince años y natural de la misma ciudad. 

   En sabiéndolo el santo joven, se presentó al presidente en la puerta de la ciudad confesando que adoraba a Jesucristo verdadero Dios y hombre, y no a los dioses falsos de los gentiles, que ni ven, ni oyen, ni pueden ayudar a los que les adoran y sirven. 



   
   Le mandó prender el presidente, y hablándole como padre, le aconsejó que mirase por sí; mas como nada bastase para rendirle, le mandó azotar cruelmente y después cargarle de cadenas. 

   Pero envió Dios un ángel que le desatase de ellas, y el impío juez embravecido, ordenó que le abrasasen con lámparas encendidas, y que colgándole cabeza abajo, pusiesen debajo mucho humo. 





   Segunda vez salió ileso del suplicio y fué visto andar entre el humo con una vestidura blanca. 

   Encerrado de nuevo en la cárcel, le envió el juez un hombre engañoso y astuto llamado Atalo, el cual le dijo que él también había sido primero cristiano, y después había abandonado la fe por entender que era locura. 

  Conoció el santo los embustes de este ministro de Satanás, y le respondió como sus razones merecían; por lo cual mandó Antíoco quebrarle los dientes y quijadas y arrojarle a un muladar. 

   Le sacó de allí el ángel y fué presentado a un juez de la ciudad, el cual cayó repentinamente muerto, diciendo: «verdadero es el Dios de Venancio que destruye nuestros dioses.» 

   Entonces el prefecto condenó a Venancio a los leones hambrientos, y éstos se echaron a los pies del mártir y se los lamían; arrastraron después al santo mancebo por lugares llenos de cardos y espinas y le despeñaron de una roca; y viendo que de todos los suplicios salía victorioso, y que con sus milagros muchos gentiles se convertían, mandó el tirano que le cortasen la cabeza. 


   Luego que se ejecutó la sentencia, se levantó tan grande tempestad de truenos y rayos, que el prefecto huyó temeroso del castigo; mas pocos días después murió infelicísimamente. 

   Los cristianos recogieron el venerable cadáver de san Venancio y lo sepultaron en un lugar decente, con los sagrados cuerpos de otros mártires, y hoy se guardan con gran veneración en una iglesia dedicada a san Venancio en Camerino, de donde el santo es ciudadano y patrón. 

   No debe confundirse este santo con otro del mismo nombre, obispo y mártir, de que habla el Martirologio el día primero de abril.




   Reflexión: A los muchos portentos de soberana fortaleza que resplandecen en el martirio de san Venancio, se ha de añadir uno de inestimable caridad; porque viendo el santo, que sus verdugos padecían mucha sed y que no había cerca agua, hizo la señal de la cruz en una piedra y de ella manó una fuente de agua dulce y clara, por cuyo milagro se convirtieron muchos a la fe. 

   Y aquí verás de nuevo los cimientos sobre los cuales se estableció nuestra divina religión, que fueron sangre de mártires y prodigios: los prodigios para atestiguar que era de Dios, la sangre para que nadie sospechase que los testigos engañaban. 

   Y son tantos y tan esclarecidos estos argumentos de nuestra santísima fe, que nos vemos forzados a exclamar con Hugo de san Víctor, el cual decía a Dios: «Señor, si somos engañados, vos nos engañasteis; porque habéis dado tantas pruebas de esta verdad, que no pudimos dejar de creer que Vos erais el autor y maestro de ella».


   Oración: Oh Dios, que consagraste este día con el triunfo de tu bienaventurado mártir san Venancio, oye las preces de tu pueblo y concédenos gracia para imitar su constancia los que veneramos sus merecimientos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.



FLOS SANCTORVM
DE LA FAMILIA CRISTIANA.


jueves, 16 de mayo de 2024

SAN JUAN NAPOMUCENO, sacerdote y mártir. (+ 1387) — 16 de mayo.

 



NOTA de Fátima CorMariæ : COMO USTEDES SABRAN EN LA ACTUALIDAD ESTUVO MUCHISIMAS VECES EN PELIGRO “EL SIGILO SACRAMENTAL” (Información que un sacerdote conoce por haberle sido dicha en confesión y que tiene la estricta obligación de no comunicar a nadie). ES POR ELLO QUE ME GUSTARIA QUE CONOCIERAN LA HISTORIA DE ESTE SANTO, Y LO QUE ÉL HIZO FRENTE A ESTA SITUACIÓN.

¡¡¡OJALÁ LLEGADO EL MOMENTO, MUCHOS DE NUESTROS SACERDOTES TENGAN EL VALOR DE IMITARLO!!!

 



 

   San Juan Nepomuceno tomó segundo nombre de Nepomuk, lugar de Bohemia, donde nació.

   Hechos sus estudios en la universidad de Praga, y conservándose puro e inocente, mereció ser promovido al sacerdocio.

   Predicaba la palabra de Dios sin vanos adornos de elocuencia humana, pero con tal gracia del cielo, que corrían a oírle innumerables gentes y hasta el mismo rey Venceslao era uno de sus oyentes continuos.

   Habiéndole nombrado el monarca para uno de los principales obispados de Bohemia, nunca quiso admitir ninguno; mas no pudo eximirse del cargo de confesor de la reina, y este cargo le ocasionó muchos trabajos y el martirio.




    Porque siguiendo Venceslao sus depravadas inclinaciones, llegó al frenesí de dejar poseer su corazón de la pasión de celos contra su esposa; y con lisonjas, promesas y amenazas deseaba saber los secretos de su corazón que había oído su confesor en el sacramento de la penitencia.






   Se horrorizó el santo al oír demanda tan sacrílega, y con una libertad y espíritu apostólico, reprendió el exceso al engañado príncipe; el cual no sabiendo qué replicar, disimuló por entonces el resentimiento.

   Mas habiendo llamado al santo confesor, le entregó a algunos soldados de su guardia para que en las interiores piezas de palacio le atormentasen y apaleasen cruelmente.



   No estaba bien curado de sus heridas, cuando el bárbaro rey volvió a intimarle la misma demanda, y como el santo respondiese que antes sacrificaría mil vidas que hablar una palabra en materia de confesión, enfurecido Venceslao mandó que atado de pies y manos el santo confesor fuese echado al río Moldava, como en efecto fue ejecutado con todo secreto en la oscuridad de la noche.

   Pero el Señor hizo patente a todos la gloria de su siervo: porque muchas noches se vieron antorchas encendidas en cierto lugar del río, y allí hallaron el cadáver del santo mártir, el cual los canónigos de la catedral sepultaron con la mayor pompa en su iglesia, no temiendo la ira del mal aconsejado príncipe.




   El Señor se dignó ilustrar a su invencible mártir con muchos milagros: y uno de ellos, muy extraordinario y notorio en toda la cristiandad, fue la incorrupción de su lengua, pues habiendo estado sepultado debajo de la tierra el cadáver del santo por espacio de trescientos años, cuando se reconoció jurídicamente, fue hallada la lengua incorrupta y como si fuera viva; y presentada seis años más tarde a los jueces delegados de la Silla apostólica, de repente con un nuevo prodigio se entumeció y mudó el color que tenía algo oscuro, en un color rojo y natural.

 



 

   Reflexión: ¿Quién no ve que este grandísimo milagro hizo Dios para glorificar aquella santa lengua fidelísima en guardar el sigilo sacramental?

   ¿Y quién no echa de ver también que este mismo prodigio soberano es uno de los argumentos divinos que autorizan el sacramento de la confesión?

   Divino es este sacramento, e instituido por Jesucristo Señor nuestro por aquellas palabras del Evangelio con las cuales dio a sus discípulos la facultad de perdonar los pecados a los penitentes sinceros, y de retenerlos a los indispuestos.

   Quiere, pues, que el pecador se humille para ser perdonado; y aunque este sacramento sea el blanco de las iras de los incrédulos y malos cristianos, Dios ha mandado a los hombres la humilde confesión de sus culpas, y no hay más remedio: o confesión o condenación.

 



 

   Oración: Oh Dios, que por el invencible silencio sacramental del bienaventurado Juan Nepomuceno adornaste tu iglesia con una nueva corona del martirio; concédenos, por su intercesión y ejemplo, que moderemos nuestra lengua y suframos todos los males de este mundo antes, que el detrimento de nuestras almas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

 

 


FLOS SANCTORVM

DE LA FAMILIA CRISTIANA.


martes, 7 de mayo de 2024

SAN ESTANISLAO, obispo y mártir. (+ 1079) — 7 de mayo.

 




 

   El maravilloso obispo y glorioso mártir san Estanislao, nació de noble familia en la ciudad de Cracovia, cabeza del reino de Polonia, y como fuese de grande habilidad e ingenio para todo género de letras, llegó a la dignidad de canónigo y después a la de obispo de Cracovia, cuya mitra sólo aceptó por no resistir a la voluntad divina.

 


 

   Era en aquella sazón rey de Polonia, Boléslao, el cual, habiéndose estragado y dado a todo género dé vicios, se convirtió en una bestia, no sólo carnal, sino también fiera y cruel y derramadora de sangre humana.

 

   Le parecía a san Estanislao que tenía obligación de avisarle, lo cual hizo con humildad y gran modestia; mas con la amonestación salió fuera de sí el rey y determinó perderle.

 

   Había comprado el santo obispo para su iglesia cierta heredad de un hombre rico llamado Pedro, el cual hacía tres años que era ya muerto, y los herederos del difunto, por dar gusto al rey, pusieron pleito al obispo diciendo que aquella heredad era de ellos.

 

   Se vio el negocio delante del rey, y como al obispo le faltasen los documentos necesarios para probar la compra, fue condenado y obligado a restituir la heredad.

 

   Entonces pidió tres días de tiempo, en los cuales ayunó, veló y oró con gran fervor.

 

   Se fue después a la sepultura donde Pedro estaba enterrado, e hizo quitar la losa que estaba encima y cavar la tierra, y descubrir el cuerpo; y tocándole con el báculo pastoral le mandó que se levantase.

 



   Al punto obedeció el muerto, y siguió al santo hasta el tribunal, donde estaba el rey, y allí atestiguó que el santo obispo le había pagado enteramente el precio de la heredad.

 

   Quedaron atónitos y helados, así el rey como los adversarios del obispo, el cual acompañó de nuevo al resucitado a la sepultura.

 

   Y como a pesar de todo, se revolcaba el rey en el cieno de sus torpezas y se relamía en la sangre inocente de sus vasallos, le excomulgó el santo obispo, y el tirano envió sus ministros a la iglesia para matarle; mas espantados con una súbita y excesiva luz del cielo, cayeron en tierra.

 

   Y lo mismo sucedió la segunda y tercera vez a otros sayones que mandó el rey; el cual, finalmente, por sus propias manos se hizo verdugo, dando con la espada un golpe tan terrible en la cabeza del santo obispo, que los sesos se esparcieron por el suelo.

 


 

   Así murió el santo obispo de Cracovia. El cruelísimo rey aborrecido de todos, huyó a Hungría, donde al poco tiempo yendo a caza cayó del caballo, murió desastrosamente y fué, comido por los perros.

 

*

 

   Reflexión: ¿A quién no convirtiera un milagro tan ilustre y tan evidente como el que hizo el santo a los ojos de Boléslao? ¿Qué pecho tan duro y empedernido podía haber que no se ablandase y enmendase viendo un hombre resucitado?

 

   Mas estaba el corazón del rey tan abrasado con sus vicios y tan encenagado en sus deshonestidades, que todo esto no basta para reducirle y rendirle a Dios.

 

   El Señor te libre, de estas malas pasiones; mortifícalas con sumo cuidado, porque tiranizan al hombre y le pierden en esta vida y en la otra.

 

   Dice san Ligono: «Todos los adultos que se condenan, caen en el infierno con estos vicios o por estos vicios.»-

 

   El remedio más eficaz para vencer a este enemigo mortal de infinitas almas ya sabes cuál es: huir de las ocasiones y rechazar con gran valor y fortaleza las tentaciones.

 

 


 

   En este género de combate el vencedor es el que huye, y aquel triunfa siempre que sabe huir de la batalla.

 

 

   Oración: Oh Dios, por cuya honra murió el glorioso pontífice Estanislao al filo de la espada de los impíos, te rogamos nos concedas que todos los que imploran su amparo, consigan el saludable efecto de su petición. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

 

 

FLOS SANCTORVM

DE LA FAMILIA CRISTIANA.


miércoles, 1 de mayo de 2024

SAN FELIPE Y SANTIAGO el MENOR, apóstoles y mártires. (+ 54 y 62) — 1- de mayo.

 


 

   El glorioso apóstol de Cristo san Felipe fué natural de Bethsaida, donde nacieron asimismo san Andrés y san Pedro.

 

 

APÓSTOL SAN FELIPE


   Luego que san Felipe conoció a Cristo, comenzó a hacer oficio de apóstol, que es traer a otros al conocimiento y amor de Dios; y así trajo a Natanael a Cristo, de quien dijo el Señor que era verdadero israelita y hombre sin doblez ni engaño.

 



   Antes de hacer nuestro Señor el gran milagro de la multiplicación de los panes en el desierto, preguntó a Felipe de dónde comprarían pan para sustentar a aquella gran muchedumbre de pueblo, para darnos a entender con su respuesta la falta de pan que había, y la grandeza del milagro del Señor.

 

   Después de la resurrección de Lázaro algunos gentiles vinieron a ver a Jesucristo, y tomaron por medio a san Felipe, declarándole su deseo, y Felipe y Andrés lo dijeron al Señor, el cual hizo gracias al Padre Eterno porque ya los gentiles comenzaban a conocerles.

 

   En aquel soberano sermón que el mismo Señor hizo a los apóstoles después de la sagrada cena, le dijo san Felipe: «Señor, mostradnos al Padre»; y de estas palabras tomó ocasión el Señor para revelarnos altísimos misterios de su divina naturaleza.

 

 

MARTIRIO DE SAN FÉLIPE 


   Después de la venida del Espíritu Santo, cupo a san Felipe la provincia del Asia superior, en la cual predicó el santo Evangelio; de allí pasó a la Escitia y últimamente a la ciudad de Hierapolis, donde los gentiles adoraban por dios una víbora, y donde echaron mano al santo apóstol, y después de haberle azotado ásperamente, le crucificaron y mataron a pedradas.

 

APÓSTOL SANTIAGO el MENOR

 

   Celebramos hoy también la memoria del apóstol Santiago el Menor, que nació en Cana de Galilea, el cual es llamado hermano del Señor, conforme a la costumbre de los hebreos que llamaban hermanos a los que eran primos, y por haber sido llamado al apostolado después de Santiago hermano de san Juan, se llama Santiago el Menor.

 

   Era apellidado también con el nombre de Justo, porque su vida era un retrato del cielo, y en las facciones del rostro se parecía a Cristo, y así muchos cristianos venían a Jerusalén a ver a Santiago.

 

   Nunca comió carne ni bebió vino, y de estar de rodillas, las tenía duras como de camello; jamás consintió que se le cortase el cabello, ni quiso bañarse ni ser ungido con óleo.

 

 


 

   Era tan grande la opinión que tenían los judíos de su santidad, que a él solo le dejaban entrar en el sancta sanctorum (Santo de los santos).

 

   Le nombró san Pedro obispo de Jerusalén y en el primer concilio que allí se celebró dijo su parecer después de san Pedro.

 


 

   Finalmente, después de haber gobernado la Iglesia de Jerusalén por espacio de treinta años, por haber predicado a Jesucristo en el Templo, los fariseos, bramando como leones, tomaron piedras contra él, y le arrojaron del lugar eminente en que predicaba: y mientras levantaba las manos al cielo rogando por sus enemigos, uno de ellos le dio con una pértiga en la cabeza, esparciéndole los sesos por el suelo.

 

MARTIRIO DE SANTIAGO EL MENOR

 

   Reflexión: Esta fué la recompensa que llevaron los santos apóstoles de Jesucristo: padecer y morir por el Señor.

 

   ¿No vale más esto que todos los demás bienes del mundo?

 

   Y por eso nos enseña el mismo Santiago en su epístola canónica, el gran bien que se encierra en las adversidades y tribulaciones cuando se llevan con paciencia, y nos exhorta a gozarnos en gran manera, cuando somos tentados y probados con muchas y varias aflicciones del Señor.

 

   Lo que nos cuesta es lo que vale, y lo que vale es lo que se premia con eterna gloria.

 


 

   Oración: Oh Dios, que cada año nos alegras con la solemne festividad de tus apóstoles Felipe y Santiago, concédenos tu gracia para imitar los ejemplos de aquéllos, de cuyos merecimientos nos regocijamos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

 

 

FLOS SANCTORVM

DE LA FAMILIA CRISTIANA.