Santa Eufemia era hija de un respetable hombre de Calcedonia, cerca
de Constantinopla. En
la época de Diocleciano, fue tomada prisionera,
torturada, y finalmente arrojada a los leones. Por lo general, se la representa con la palma del martirio, la rueda y a su
lado, uno o más leones.
Cristianos devotos recogieron su cuerpo y lo
llevaron a Constantinopla, donde el Emperador Constantino hizo edificar una
iglesia en su honor. Su sarcófago permaneció allí
hasta que llegaron los iconoclastas, en el 800. De acuerdo a la
tradición, una noche de tormenta, el sarcófago desapareció de Constantinopla, y
el 13 de Julio de 800 llegó a la costa de Rovinj. Fue recogido por un joven,
que, arrastrándolo con la ayuda de dos caballos, lo llevó hasta la iglesia de
San Francisco. La aparición del sarcófago se consideró
milagrosa, de modo que los habitantes empezaron a venerar a la santa como su
Patrona.
El sarcófago data
del siglo III, es de mármol, pero está sin terminar. Tiene más o menos 208 cm.
de largo, 195 cm. de altura y 95 cm de ancho. Dentro se guardan los huesos de
la santa, envueltos en fina tela dorada.
Santa Eufemia
fue martirizada en Calcedonia. La fecha exacta de su martirio parece
haber sido el 16 de septiembre del 303. El concilio de Calcedonia tuvo gran
influencia en la difusión del culto de datos sobre esta santa. Desde entonces,
su fiesta se fue extendiendo gradualmente por toda la cristiandad y le fueron dedicadas
muchas iglesias.
Se la declaró protectora
de la ortodoxia
Esta fiesta figura en Occidente en el
Martirologio Geronimiano (cf. Comm. Martyr. Hieron., pp. 368, 380) en el
Calendario marmoreo de Nápoles (ed. D. Mallardo, Roma 1947, pp. 23, 162), y en
Oriente, aparece en todos los calendarios. El Sinasario Costantinopolitano
(coll, 811 - 13) cuenta un milagro muy particular, que se recuerda en esta
fiesta: las dos profesiones de fe, la ortodoxa y la
euquiana, fueron colocadas sobre el pecho de la santa, en su tumba. Después de algunos días, reabierta la tumba que había
sido debidamente sellada, se encontró el texto herético en los pies de la
mártir, mientras que el ortodoxo estaba en sus manos.
No faltan textos sobre la Santa, anteriores
al concilio, que pueden gozar de un mayor crédito, no solamente por ser más
antiguos, sino también por no encontrarse marcados por la entusiasta devoción
que el triunfo de la ortodoxia de Calcedonia arrojó sobre la mártir.
Las reliquias de la Santa Eufemia se conservan en el Duomo de Rovigno d'Istria (Croazia).
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